Esa sensación de ya casi está…, pero no termina de llegar, la rozan, casi la tienen ya…, pero por mucho que se sienta que si siguen un minuto más llegarán la eyaculación y el orgasmo, eso lo seguirán sintiendo minuto a minuto y no acabará de llegar.

Es decepcionante para ambos, para él porque no termina de liberarse, de relajarse y de disfrutar plenamente, la sensación llega a ser agobiante y la obsesión por llegar se convierte en el centro de la relación. Ya no es disfrutar…¡es llegar!

En la práctica es la otra cara de la moneda de la Eyaculación Precoz y generalmente lo que va bien para una, por ejemplo en las posturas más idóneas para conseguirlo, no va bien para la otra situación.

Muchos hombres con este problema de Eyaculación Retardada pueden llegar  a no eyacular con la pareja o incluso, en los casos más graves, no eyacular ni ellos solos.

Las parejas se acaban cansando porque tardan demasiado y al final…todo en exceso cansa o llega a aburrir, ya han tenido su orgasmo u orgasmos…y él sigue y sigue y la otra parte acaba perdiendo la excitación, ya está satisfecha y quiere acabar y esto no se acaba, pudiendo llegar a irritar a ambos y ser doloroso o molesto aquello que en principio era gustoso .

Es frustrante para ambas partes, la insistencia en algo que generalmente no ocurre, la decepción porque no ocurre y  la sensación de no hacerlo bien para que pase.

Y aunque el paciente él solo pueda eyacular sin ningún problema, con la pareja o parejas…es imposible.

A veces solo es causa de que estén tomando antidepresivos, que retrasan la eyaculación, o incluso por diabetes, pero en la mayoría de los casos el origen es psicológico y como tal hay que tratarlo. Hoy, en Albora Bide, hay muchos chicos con este problema y la perspectiva de resolución es muy buena.