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César Coca

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Un libro cada semana: ‘Los desertores’ de Joaquín Berges

bergesEn sus primera novelas, Joaquín Berges explotó una vena humorística que le supuso notoriedad y un cierto éxito de ventas. Pero desde hace algún tiempo, su literatura ha adquirido un carácter diferente, muy alejado de aquel. En su última obra, Los desertores, se adentra en un terreno complicado, no tanto por la historia que cuenta como por la manera de hacerlo, entrelazando cuatro hilos temporales distintos, que además se cruzan con algunos escenarios también diferentes.
La historia se inicia cuando Jota, que lleva toda la vida trabajando en un mercado mayorista de frutas y verduras, se jubila y, sin pasar siquiera por casa, se sube a un camión para dirigirse al escenario de la batalla del Somme, la carnicería mayor de la Historia. A partir de ahí, se entremezclan tres historias. La de la propia batalla está narrada en dos partes: la primera mediante una voz narrativa en tercera persona, que detalla los aspectos más importantes; la segunda a través de las cartas de un soldado (uno de los desertores a los que se refiere el título), que siempre terminan con un poema sobre la guerra (y esos son poemas reales escritos por soldados que estuvieron allí). Otra historia es la del padre de Jota, que un día no pudo soportar la reclusión de una esposa que se negó a salir de casa y hablar, y se marchó a emprender una nueva vida con la chica que la cuidaba. La tercera se refiere a veinte años atrás, cuando Jota tuvo una doble vida que daba sentido a su existencia. La cuarta es la derivada del viaje del protagonista y la búsqueda que emprenden sus familiares tras conocer su extraña desaparición.
Berges maneja bien los tiempos y logra emocionar con su relato, pese a la dificultad del encaje de todas las piezas. Unos hilos interesarán al lector más que otros, pero el resultado final es una novela atractiva y poco común en la narrativa española actual.

(Publicado en elcorreo.com)