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César Coca

Divergencias

Ningún fin de semana sin música: Concierto para piano y orquesta Nº 4 de Beethoven

Beethoven compuso cinco conciertos para piano oficiales más algunos más que no tienen esa categoría. Uno de ellos es la versión que él mismo hizo de su Concierto para violín (en algunos sitios figura como Concierto Nº 6) y hay otra partitura de juventud (en ocasiones aparece como Concierto Nº 0)  más un fragmento de otra obra, también fuera de catálogo. Sin olvidar el Triple, que lo es para violín, violonchelo y piano. De entre todos ellos, el Nº 5, Emperador, es el más célebre. Con toda justicia, pues se trata de una obra gigantesca. Después, quizá el más popular sea el Nº 3. El Nº 4 figuraría a continuación en cuanto al favor del público.

Debo confesarles que esta obra que hoy les propongo contiene algunos de los, para mí, minutos más hermosos de la Historia de la Música: es ese inicio del segundo movimiento con un piano sereno, meditativo, ante una orquesta solemne, poderosa, que guarda un respetuoso silencio cuando suena el piano. Es un movimiento cortísimo -de los más breves de Beethoven entre sinfonías y conciertos- que da paso luego a un tercer movimiento agitado y triunfal. Tras componer el Emperador, Beethoven no volvió a escribir una gran obra concertante. No hubo más conciertos para piano ni violín. Sin embargo, todavía escribió nueve sonatas para el teclado, tres sinfonías y un buen número de cuartetos, tríos y piezas de todo tipo, incluidas unas cuantas obras maestras absolutas. ¿Por qué dejó el género concierto? Da igual. Disfrutemos de los que escribió. Les dejo una versión de lujo. Kristian Zimerman al piano y Leonard Bernstein a la batuta, con la Filarmónica de Viena acompañando. El vídeo recoge el segundo movimiento y el inicio del tercero. Van a disfrutar. Seguro.